Los alrededores al trazado del circuito callejero del Súper TC 2000 no estuvieron en condiciones para recibir al medio millón de aficionados que se acercaron a presenciarlo.
La inmensa cantidad de personas que presenciaron la carrera del Súper TC 2000 sufrieron grandes complicaciones para movilizarse por los costados de la pista y para encontrar un lugar donde se pueda ver la competición. La gente que había llegado temprano y había puesto su silla del otro lado de los bloques y el alambrado, y las familias que se reunían a merendar fueron causantes de los embotellamientos. Al volverse complicado encontrar un lugar para poder ver la carrera, la mayoría de la gente optaba por pasearse por los laterales en busca de una posición privilegiada que nunca encontrarían. Otros atrevidos preferían subirse a los puestos de diarios cerrados sobre la calle Cerrito sin saber que la policía metropolitana los sacaría a la brevedad. Los madrugadores llenaron la tribuna situada en 9 de Julio al lado del Obelisco y otros hicieron lo propio con un improvisado escenario en Plaza de Mayo.
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