El actual entrenador del Barcelona, Josep Guardiola llegó a 200 partidos oficiales al frente del club.


Guardiola no tiene problemas con el promedio

     El D.T nacido en Santpedor, Catalunya, posee un envidiable promedio de 71,8% de partidos ganados (en 200 partidos al frente del Barcelona) y es el quinto técnico que alcanza ese porcentaje.

     Gran parte de esta cifra se debe a la temporada 2008/2009 en la que conquistó los seis títulos oficiales: La Supercopa de España, la Liga, la Copa del Rey, la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes. Es el único entrenador que obtuvo todos los torneos oficiales que disputó en la temporada. Otra estadística que asombra son los 12 torneos ganados de los 15 totales en los que participó.
 

     Si el idilio Guardiola-Barcelona no se rompe por esas cosas de la vida, hay tiempo para seguir rompiendo récords y hacer más historia.
Lionel Messi llegó a los 202 gritos


Se rinden a sus goles


     El argentino, múltiple campeón con el histórico Barcelona de España, llegó a los 202 goles con la camiseta blaugrana, sigue batiendo récords y quiere convertirse en el máximo goleador de la historia del club español, para eso deberá superar a César Rodríguez que cuenta con 235 anotaciones.

     Pensar que hace poco más de 7 años, un 16 de octubre de 2004 hacía su debut oficial en el Barcelona en la fecha 17º de la liga española contra el Espanyol ya prometiendo las espectacularidades que hoy son realidad. Siete meses después, el 1 de mayo de 2007, enfrentando al Albacete por la misma competición, lograría su primer gol oficial con sus escasos 17 años, 10 meses y 7 días. En su primera temporada completa con el club, obtendría su primer triplete (de los 12 que posee) contra nada menos que el Real Madrid por la Liga BBVA.

     Los 38 tantos en 51 partidos en la temporada 2008/09 hicieron que se lo recompense con el Balón de Oro. Para confirmar su poderío futbolístico la etapa siguiente fue el máximo goleador de la Liga con 34 conquistas (igualando nada mas y nada menos que al brasileño Ronaldo). 49 goles en 58 partidos en la 2009/2010 y 51 goles en 55 encuentros en 2010/2011 parecen estadísticas de otro planeta para este joven que tan solo tiene 24 años.
Estos números hablan por sí solos y no hay adjetivos que califiquen a este “crack” con todas las letras. Por más que se le recrimine que todavía no ganó un mundial con la selección argentina o que algunos medios españoles se atrevan a encasillarlo en un estado de crisis cuando no hace goles en 1 ó 2 partidos como mucho, él rápidamente les hace repensar esas conclusiones a fuerza de hat tricks y actuaciones desorbitantes.
 

El rugby, más que un deporte en la época del Apartheid

El Apartheid fue un sistema dirigido por la raza blanca que se originó en Sudáfrica en el cual limitaba a los negros en varios aspectos sociales. Fue una forma de tratar a las personas no blancas que en el año 1948 se consolidó como una ley que dio rienda suelta a la división de las diferentes razas.

El país africano se encaminaba a una inminente guerra civil hasta que Nelson Mandela, abogado y político sudafricano se introdujo en la política para romper con esa discriminatoria medida. Se convierte en un líder pacifista en oposición al régimen que sufría la raza negra en Sudáfrica a quien el poder trata de silenciar, mandándolo 28 años en prisión. Sale de la cárcel en 1990 y se postula como candidato presidencial en las elecciones de 1994 cuando se convierte en el primer mandatario negro en la historia del país. A partir de su segundo año como gobernante ve en la Copa Mundial de Rugby a organizarse en su país la posibilidad de unificar al pueblo y vencer al apartheid. Este deporte era considerado un símbolo de opresión porque representaba la pasión que tenían los blancos dominantes.
Por lo tanto, Mandela se reunió con el equipo de rugby, los “Springboks” para que se aprendieran el himno en lengua zulú que era el idioma por el cual se manifestaban los negros en contra de los blancos. Otro mensaje de unión que dio el presidente fue en el partido final contra los neozelandeses cuando bajó a saludar a los jugadores con la camiseta número 6 de François Pienaar, el capitán que era blanco. 72 mil personas, blancos y negros todos por primera vez como una sola raza empezaron a manifestarse a favor de ese gesto.

El rugby de la mano de Nelson Mandela rompió con los límites del Apartheid y fue mucho más que una Copa del Mundo, fue el vehículo del comandante sudafricano para la unificación.