En el torneo más federal de Argentina, el
“millonario” eliminó al humilde Liniers de Bahía Blanca por 2-0 con goles de
Ramiro Funes Mori y Juan Cruz Kaprof en la provincia de Formosa.
Por el
lado de los equipos más humildes de las categorías más bajas de nuestro fútbol,
deben recorrer un camino muy complicado y con muchas instancias (5 en este
caso) para llegar a un encuentro de esta magnitud. Todos empiezan con un sueño,
seguramente algún ambicioso soñará con alzar el trofeo pero sí muchos añorarán
por lo menos arribar a un partido que los enfrente a uno de los gigantes de
Argentina y el mundo. Para este motivo fue creada la Copa Argentina, para que
equipos como Liniers de Bahía Blanca, con jugadores que paralelamente llevan a
cabo trabajos además de practicar fútbol (almacenero, empleado de juzgado y
profesor de educación física, entre otros) se pudiese enfrentar a un gigante como
River Plate. Por el lado de los “poderosos” y más profesionales, son encuentros
muy riesgosos ya que se tiene poco para ganar en lo deportivo. Si el partido se
decanta a favor, se cumple la lógica pero si el mismo es negativo deja asentada
una derrota histórica.
En
cuanto a lo futbolístico, la tendencia fue la misma durante los 90 minutos del
encuentro, River dominó en tres cuartos de cancha a Liniers y nunca puso en
peligro el partido. El primero de los dos goles, que suele aumentar la presión
en los jugadores a medida que no llega, fue marcado a los 17 minutos de la
primera etapa para los de Marcelo Gallardo. Un tiro libre cercano a la línea de
banda y recostado hacia la izquierda, impulsado por el zurdo Leonardo
Pisculichi fue conectado por el central Funes Mori para abrir el marcador. Este
desnivel no hizo cambiar la postura de los bahienses, seguramente no por que no
quisieran sino por capacidades abismales que hay entre un conjunto del Torneo
Federal B (4ta división de Argentina) y uno de primera. La superioridad del
conjunto de Núñez se reflejó aún más cuando a los 32 minutos Kaprof impactó una
pelota rechazada que había sido activada por Ariel Rojas, y sentenció el
encuentro.
Esta clase de cotejos sirven para aquellos
jugadores que no tienen tanto rodaje en los partidos más relevantes ganen
minutos y entren en ritmo futbolístico. Así ocurrió con algunos que demostraron
estar en buen nivel, como Guido Rodríguez que tiene la virtud del “primer
pase”. O también Camilo Mayada haciendo las veces de lateral/ volante por
derecha al poder proyectarse y jugar más en ofensiva (su fuerte) y no tanto en
defensiva donde le cuesta un poco, pero esta clase de partidos lo ayudan porque
tiene poca
exigencia en defensa. En el aspecto negativo resaltó notoriamente Lucas
Boyé. El centro-delantero no tiene gol a pesar de demostrar su habilidad con el
balón lejos del área. Carece de una cualidad esencial para un número 9 y además
cae reiteradamente en fuera de juego. El juvenil contó con innumerables chances
para hacer su gol pero le cuesta como le viene costando cada vez que entra con
la banda en el pecho. Vale destacar que en este caso, Giovanni Simeone no
estuvo convocado por estar participando de la copa del mundo Sub-20 en Nueva
Zelanda, así como Augusto Batalla, Emanuel Mammana y Tomás Martínez.
En la
segunda parte hubo tiempo para poco ya que el resultado daba por liquidado la
contienda, lo más destacado fue el ingreso por segundo partido consecutivo de
Pablo Aimar como también la inclusión de Martín Aguirre (luego de dos años
debido a una operación de ligamentos) y el debut total de Franco López de 17
años. La posesión de pelota de un 77% demostró el control de River quien se
llevó 375 mil pesos en premios y se medirá en la próxima fase contra Rosario
Central.
Augusto Cornes
TW: @augustocornes
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