Record de felicidad


       En la revista Un Caño, el artículo “El mejor del mundo”, por Andrés Gómez Franco, se explaya sobre un grupo de nenes futbolistas del equipo Margatania que poseen un curioso record, no lograron una victoria en toda la temporada y marcaron un único gol.
Lo destacable de este equipo de chicos, que no tienen más de 12 años cada uno, es que a pesar de la mala temporada que tuvieron   donde cosecharon 271 goles en contra y un gol a favor (conseguido en el último partido) los integrantes del mismo se divierten y a pesar de las derrotas, la moral la tienen bien alta. 
El baño de amateurismo que estos jóvenes le imprimen a su actividad les permite disfrutar del juego, sin importar el resultado. En este ambiente en el cual se mueven estos pequeños muchas veces está viciado de árbitros que abusan de su autoridad, de padres que, a través de éstos encuentros, se descargan de sus tensiones de la semana o de dirigentes que exigen en demasía. Todos estos personajes que rodean a los chicos los someten a una presión que convierte al juego del fútbol en un sufrimiento dentro de la cancha.
A diferencia de los profesionales que buscarían la victoria y los goles, los chicos tienen un objetivo amateur y es el de “jugar para divertirse” como señala uno de ellos. El equipo no practica en la semana, pierden todos los partidos pero sin embargo los padres apoyan incondicionalmente y el entrenador de Margatania está firme en su cargo. En contraposición al fútbol profesional actual que los directores técnicos tienen plazo hasta el partido siguiente y su continuidad depende del resultado que se logre. Otro punto que diverge del profesionalismo es que el equipo aumentó su número de hinchas en España y en otras partes del mundo. Estos niños catalanes no se quiebran por los malos resultados deportivos y le ponen buena cara a las derrotas recibidas.

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